miércoles, 8 de abril de 2009

mar profundo

Tus ojos, mar profundo, aguas insondables. Por la mañana abro los míos para ver los tuyos. Tormenta que se cuela en mi mente como una ráfaga de viento por una grieta del subconsciente. Esa mirada gélida que me aturde y me quema. Me miras y aquí estamos, en el ojo del huracán. La tormenta ruge salvaje y se abalanza sobre mí, y yo te miro hipnotizada. De tu luz brota oscuridad, extraña simbiosis, en un enigmático híbrido, vendidas la una a la otra por el simple placer de contemplarse, y yo te contemplo hipnotizada. Tu oscuridad me deslumbra, tu luz me ciega, y yo te observo hipnotizada. El amor absoluto y los peores pecados de la humanidad fundidos y salvajes entrelazados en tu mirada. Quisiera nunca dejar de contemplarla, quedarme aquí para siempre atrapada.



NOTA: esto lo escribí en el 96! Bueno no exactamente igual, lo cambié un poco. No es que haya mejorado mucho, sigue sonando insufriblemente cursi, pero dado que mi blog tiene el fondo rosa…y que probablemente no lo va a leer casi nadie, a quién le importa! Es extraño cómo pasa el tiempo y no cambiamos, seguimos deseando las mismas cosas.

sábado, 21 de marzo de 2009

Fin

Era una noche fría y oscura. El cielo tronaba y por dentro su corazón se hacía añicos resquebrajándose con cada espasmo de su alma herida. Era como si el fin del mundo estuviese ocurriendo en ese preciso instante, pero en realidad solo era el principio del fin, el fin de su primera vida.


Ana se sentía herida de muerte, pero no era ella la que iba a morir, solo iban a morir sus sueños, sus esperanzas y su alegría. Aunque bueno, su alegría había desaparecido hacía bastante tiempo, solo que no se había dado ni cuenta, y a sus sueños y esperanzas apenas iban a sobrevivir un año más. Todo estaba a punto de colapsar, los cimientos estaban a punto de ceder.